Entrevista con la Fotógrafa Clau Cebrian
La fotógrafa Clau Cebrian nos habla de su trabajo, influencias y experiencias en la fotografía.
La Fotógrafa Clau Cebrian es Argentina y Licenciada en Comunicación con residencia en Miami. Clau Cebrian se interesa por el ser humano y su relación con la naturaleza. En sus obras investiga la influencia de la vida social, cultural, las creencias y la moda; y cómo nos condicionan sin darnos cuenta.
En sus series “Promised Land” y “Dried Flowers” Cebrian explora los sentimientos de un inmigrante. La soledad, el miedo, la confusión y las problemáticas de un idioma desconocido, o la adaptación de la vida en una nueva cultura. Estas son circunstancias por las que ella misma atravesó desde su propio lugar de desarraigo. Hija y nieta de inmigrantes, indaga a través del lenguaje de la fotografía, sobre los ecos de las migraciones actuales y de otros tiempos.
Sus proyectos han sido seleccionados y premiados por Lensculture, Lenscratch, Loosenart, Critical Mass 200 y Lomography entre muchos otros. Su obra fue exhibida en numerosas exposiciones, ferias y bienales en Miami, Orlando, New York, y Buenos Aires desde 1997 hasta la actualidad.
Puedes contarnos brevemente en qué consiste la serie Dried Flowers que nos presentas en Cómo ser Fotógrafa?
“Dried Flowers”, es parte de una serie más amplia: “Promised Land”.
Se vincula con mi propia historia como inmigrante y la de mi familia.
Partí a USA en 2002 a raíz de una fuerte crisis económica en mi país en busca de un futuro para mis hijos. Fue duro al principio: soledad, miedos, barrera idiomática y adaptación a otra cultura, fueron obstáculos a afrontar.
Guardé lo más preciado en una valija, que, simbólicamente, aparece recurrentemente en la series. En ella atesoré mis recuerdos más amados.
Las flores que coloco en mi cabeza en cada imagen las guardé en un diccionario Inglés-Español que me recomendaron comprar, para poder comunicarme.
Las flores se secaron y simbolizan el paso del tiempo fuera de mi patria.
Representan también la fortaleza ganada y las certezas alcanzadas.
¿Qué te llevó a ser fotógrafa? ¿Es algo que tenías claro desde tu niñez o es una decisión que has sido elaborando a lo largo de tu vida y en base a tus experiencias?
Siempre me gusto la imagen desde mi niñez. Por esa razón estudié comunicación social (advertising), pero sentía que me faltaba algo más, una pasión. Llego a mi mano mi primera cámara Canon AE1 que mi novio compró, además de regalarme mi primer curso en el Fotoclub Buenos Aires. Para ese entonces tenía 19 años.
De ahí la fotografía me atrapó y seguí creciendo, tomando cursos, armando mi propio cuarto oscuro.
Tu trabajo se puede interpretar como una búsqueda de la identidad a través de la memoria y el archivo de objetos personales. ¿Cómo se refleja esa búsqueda en “Dried Flowers”? ¿Incluyes imágenes de archivo o se trata de fotografías construidas?
Mi trabajo tiene que ver con la identidad, y con mi historia personal más con la memoria. No uso archivo en general, sólo en contadas ocasiones.
A veces construyo, otras veces documento y también me apasiona el retrato.
Con respecto a “Dried flowers” son fotomontajes que realizo a partir de una fotografía construida desde el autorretrato y también retratando a personas inmigrantes que uso como modelos. Hago una copia en blanco y negro, y después coloco las flores sobre la fotografía. Empleo símbolos como la valija, las flores y otros objetos para formar el collage.
Como fotógrafa que vive entre dos territorios, Miami y Buenos Aires, ¿qué comparativa harías sobre estas dos ciudades en términos de desarrollo profesional y personal, como fotógrafa y como artista?
Miami y Buenos Aires son muy diferentes, debo adaptarme continuamente, pero al mismo tiempo es muy enriquecedor, especialmente durante Art Basel donde hay mucho arte para disfrutar e inspirarse.
Mi mirada argentina me ayudó mucho a conseguir trabajos comerciales y artísticos en Miami. Hoy tengo muchos clientes que me siguen gracias a tener esas dos miradas dentro de un enfoque personal.
Por último, has expuesto recientemente esta serie en Casa Lúcida, Buenos Aires. ¿Cómo fue el planteamiento de mostrar el trabajo en una exposición? ¿Qué otros proyectos tienes a en marcha de cara a 2022?
Es la segunda vez que expongo en Casa Lúcida, para mí siempre es una alegría participar en exposiciones organizadas en mi país de origen.
Esta vez se trató de una muestra colectiva junto a mi amiga y colega Pilar G. Tavelli, y fue una experiencia muy linda. Conectamos perfectamente, ya que las dos hablamos de nuestra historia personal y lo hacemos por medio de símbolos. La galería es un espacio pequeño e íntimo.
En 2021 también participé en Photo London con mi galería Ana Sánchez Zinny, y fue una gran experiencia, recibí comentarios muy interesantes sobre mi trabajo y las fotografías se publicaron en prensa especializada. Presenté parte de “Dried Flowers” en un políptico de ocho imágenes junto con dos fotografías de la serie “Promised Land”.
También expuse en Photo Place Gallery en Vermont, USA. Para 2022 tengo pensado seguir enviando mi trabajo a diferentes convocatorias, ¡ya les contaré!